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Publicaciones Esporádicas

 OCDE: EDUCACIÓN EN CHILE

19-03-2018

Referencia bibliográfica

Autor: OCDE

Título: Education in Chile, Reviews of National Policies for Education.

Lugar de edición: Paris, Francia

Editorial: OECD Publishing

Fecha publicación: 30 noviembre 2017

Número de páginas: 300

URL: http://dx.doi.org/10.1787/9789264284425-en

 

La OCDE realizó una revisión de las políticas nacionales de educación desde la educación parvularia hasta la educación superior, a petición del gobierno chileno. El objetivo del informe es revisar las políticas de educación desde 2004 al 2016, analizar la situación de Chile y realizar recomendaciones. Identifica los avances y cambios en el periodo comprendido, destacando la necesidad de continuar avanzando en reformas que permitan mejorar la calidad y equidad en el sistema, así como asegurar niveles más altos de aprendizaje y competencias.  

La presente publicación analiza una serie de dimensiones correspondientes al desarrollo del capital humano desde la primera infancia hasta la educación superior. El diagnóstico sobre el que se sustenta, comprende las diversas políticas y normativas implementadas, algunos informes en los que se plantea que Chile aún evidencia dificultades para avanzar en una economía basada en el conocimiento y los importantes niveles de desigualdad que presenta en relación al resto de los países de la OCDE. Frente al desempeño en evaluaciones estandarizadas como PISA y LLECE, el informe destaca los sólidos resultados en relación al resto de los países de América Latina, pero observa que, entre los países de la OCDE, Chile presentó el tercer peor desempeño en ciencias y fue uno de los países donde el contexto socioeconómico de los estudiantes tuvo más influencia en su desempeño.

En relación a las recomendaciones para fortalecer la educación de calidad y carácter inclusivo para todos los estudiantes, destaca: la generación de una estrategia coherente y evolutiva de aprendizaje para el futuro dirigida a orientar la práctica pedagógica en el aula; el fortalecimiento de un ambiente inclusivo con el objetivo de mejorar la equidad y calidad de las oportunidades y resultados de aprendizaje; el apoyo a los resultados exitosos de niños y niñas de todos los orígenes étnicos; el aseguramiento de oportunidades de acceso a una buena educación y cuidado desde la más temprana edad, ampliando el acceso a la educación parvularia principalmente de los menores quintiles de ingreso; y el fortalecimiento y unificación del sistema de educación pública.

En cuanto al fortalecimiento de la calidad de la enseñanza y el liderazgo escolar, el informe recomienda apoyar y desarrollar la profesión docente y promover la participación de los profesores en el proceso de reforma educativa. También señala la necesidad de completar la revisión del Marco para la Buena Enseñanza y el desarrollo de estándares profesionales coherentes y alineados que consideren la carrera docente, así como revisar la forma en la que se imparte la formación inicial docente a través de las facultades de educación y la formación en servicio. Finalmente, sugiere promover oportunidades de desarrollo profesional para que docentes y directivos mejoren su conocimiento y práctica profesional, y elaborar estrategias para desarrollar un sólido plantel profesional de directivos y directores.

En materia de educación superior e investigación, se identifican algunas fortalezas del sistema chileno, dentro de las que destaca el incremento de la participación de los sectores desfavorecidos, la ayuda financiera para estudiantes, el prestigio que la educación superior tiene para la sociedad, el carácter relativamente inclusivo para las mujeres que presenta el sistema y la existencia de universidades de buena calidad de acuerdo a estándares regionales. Por otra parte, dentro de los desafíos se encuentra el bajo nivel de las competencias de los graduados según los estándares internacionales, la persistencia de inequidades en el acceso a la educación superior y el éxito de sus estudios, la alta deserción, la proliferación de la oferta sin coordinación estratégica, la desigual calidad entre instituciones y programas y el modesto desempeño en investigación de acuerdo a los estándares internacionales. Al respecto, el informe recomienda una coordinación estratégica que incluya a todos los actores del sistema, además de contar con una dirección efectiva, ampliar la equidad en el acceso y fortalecer la calidad y pertinencia del sistema de educación superior a través de mecanismos como el Marco Nacional de Cualificaciones. En relación al aseguramiento de la calidad, se sostiene que este debe enfocarse en el mejoramiento continuo y no solo en la rendición de cuentas. Finalmente, OCDE releva la necesidad de fortalecer el vínculo entre las instituciones de educación superior y la industria y el vínculo entre la enseñanza y la investigación, así como dar prioridad a una mayor internacionalización de académicos y estudiantes.

En cuanto a la formación técnico-profesional (FTP) se realizan recomendaciones para su fortalecimiento, recalcando su importancia y el necesario vínculo que ésta debe tener con el mercado laboral. Las recomendaciones apuntan a asegurar que la FTP responda adecuadamente a las necesidades de estudiantes y empleadores y a resguardar un nivel mínimo de calidad en la formación postsecundaria a través de mecanismos como la acreditación. Estos elementos podrían ser complementados también con la implementación de un marco de cualificaciones para facilitar la movilidad de los estudiantes y abaratar los costos y el mayor desarrollo de información para estudiantes antes de que ingresen a los programas y durante sus estudios.

El informe también busca continuar promoviendo las competencias entre sus ciudadanos. Se señala que en los resultados 2016 de la Evaluación de Competencias de Adultos, los adultos chilenos obtuvieron el promedio más bajo en los resultados de comprensión lectora y razonamiento matemático entre los países de la OCDE.

El informe finaliza estableciendo recomendaciones generales, enfatizando la centralidad que debe jugar el aprendizaje, el apoyo a actores claves para la implementación de las políticas educativas y la coherencia que debe existir dentro de las políticas públicas.    

En síntesis, las evaluaciones a las políticas nacionales realizadas presentan elementos relevantes para la toma de decisiones en el marco de las importantes transformaciones y procesos de reforma que vive Chile. Analiza el continuo educativo y destaca recomendaciones que, de implementarse, podrían presentar impactos positivos en la calidad de los aprendizajes y la equidad del sistema en su conjunto.